LA FÓRMULA DE LA INNOVACIÓN

Por Joseba G.Angulo

Fórmula (Del lat. formŭla). f. Medio práctico propuesto para resolver un asunto controvertido o ejecutar algo difícil.

Innovación (Del lat. innovatĭo, –ōnis). f. Acción y efecto de innovar. f. Creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado.

La fórmula de la innovación nace de la experiencia adquirida en el conocimiento y la implementación de procesos con participación de personas: rr.hh., comercial, marketing, gestión, modelización de planes estratégicos o de negocio, diseño de procesos… pero sobre todo nace para ser generadora de ilusión o mejor aún si cabe, recuperadora de la ilusión perdida por la brecha/gap abierta y cada vez más grande que se ha producido entre los Directivos y sus Equipos de colaboradores.

La fórmula debe ser capaz de diseñar y generar entornos de diálogo, de participación, buscando el protagonismo de toda la organización en la búsqueda de soluciones.

Todo proceso innovador en primer lugar debe servir para la creación de espacios ilusionantes en las organizaciones que nos permitan desarrollar nuestra creatividad para innovar.

La implementación de la fórmula de la innovación nos debe obligar a salir del área de confort y emprender aventuras que nos amplíen nuestro horizonte profesional y personal adentrándonos en áreas de seducción/ilusión.

Desde Inncompani hemos intentado seguir al pie de la letra las enseñanzas de Albert Einstein cuando nos decía: “La formulación de un problema, es más importante que su solución.”, es decir hemos intentado formular un problema en ocasiones ligado íntimamente al ADN de las organizaciones, la falta de procesos para la gestión de la innovación y en ocasiones lo que aún es peor la inexistencia de diálogo y asertividad en la cultura de la organización.

Eso si en tus manos o a tú entendimiento dejamos la búsqueda de soluciones.

La fórmula trata de diseñar un recorrido, cuyo seguimiento a través de los diferentes departamentos de la organización, debe aportar la experiencia necesaria para implementar de forma correcta estrategias y políticas de innovación en el tejido organizacional.

Inversión, cultura -entendida como el encuentro para la búsqueda de la ilusión- creatividad y ejecución son los elementos cuyo perfecto maridaje nos debe servir para la elaboración de recetas que cumplan los requisitos para el fomento de soluciones imaginativas y cultiven las políticas de recursos humanos centradas en la persona generando la socialización del conocimiento y la fidelización del talento, estas deben ser contrarias al uso actual de prácticas de deshaucio de personas de su

puesto de trabajo, con la consiguiente pérdida de saber en que las ha convertido la fallida flexibilización del mercado laboral que estamos sufriendo.

“¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.”

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